viernes, 19 de diciembre de 2014

La Pollada




La cocina peruana se destaca a nivel mundial, esto gracias a que sus 3 zonas geográficas, costa, sierra y selva, ofrecen una gran variedad de ingredientes exóticos. Elementos como la quinua, las más de 20 especies de papa, ollucos, camote o el maíz morado, engalanan platos de inigualable sabor: papa a la huancaína, arroz chaufa, causa limeña, jalea (no es dulce, son frutos del mar fritos), lomo saltado, ceviche etc…

En Colombia supimos de la Pollada (ellos la pronuncian “poiáda”) porque por alguna extraña razón, todos los invitados al programa de Laura Bozzo habían conocido a su pareja en una de estas.

“-Y donde conocistes (sic) a tu marido?
-yo lo conocí en una pollada, pues señorita Laura…
-que pase el desgraciado!"

Investigación realizada por este medio reveló que además de ser un menú corriente, la célebre Pollada es el equivalente peruano de las muy colombianas empanadas bailables: una comida que se vende al público con el objetivo de recaudar fondos. Asado o frito, el pollo se acompaña con papa, mazorca cocida o ensalada, servido en plato desechable y acompañado con cerveza o la tradicional Inca Kola. Es muy común que las polladas de los Pueblos Jóvenes (equivalente de nuestras Comunas) terminen en pelea, sus asistentes sean subidos a una Combi de la gendarmería y pasen la noche en una delegación junto a los tristemente célebres “Pirañitas”. Cualquier parecido con una verbena popular colombiana es pura coincidencia.

El escándalo de Magaly Medina y las “Prostivedettes”



Fue en febrero de 2000 que la periodista de farándula Magaly Medina lanzó desde su programa Magaly TV (Frecuencia Latina) la primicia de que algunas muy conocidas vedettes, además de la televisión y los espectáculos musicales en prestigiosos clubes nocturnos de Lima y el Callao, también se dedicaban al oficio más antiguo de la humanidad.



Con cámaras ocultas, el equipo de producción de la “Urraca” logró conseguir evidencia de las actividades clandestinas púbicas de Mónica Adaro y Yesabella, quienes salieron despavoridas hacia Estados Unidos huyendo del escándalo. Para deleite de nuestros lectores, aquí está el video de Mónica Adaro, la popular Potoncita*: 




*Poto: el culo

miércoles, 17 de diciembre de 2014

El suicidio de Mónica Santa María



Tenía 21 años, fama, talento, dinero, excelente posición social, todo lo que alguien de su edad tardaría una eternidad en conseguir, pero le faltaba la calma. Vinculada al mundo de la publicidad y el modelaje desde los 14 años, a los 17 consiguió junto a la argentina Almendra Gomelsky el estelar para Nubeluz, aquel programa de sábado en la mañana que se transmitía por Frecuencia 2 (hoy Frecuencia Latina) y, por Perubólica por supuesto, a 19 países de Centro y Suramérica. Sus facciones infantiles, sus enormes ojos azules que acostumbraba abrir desproporcionadamente durante las canciones y su voz suave le llevaron a cargar con el mote de “la Dalina chiquita”.

Bipolar, propensa a la depresión, el stress y las relaciones tormentosas, tuvo que dejar Nubeluz en 1993. La noche del 13 de marzo de 1994 se pegó un tiro tras asistir a un matrimonio y allí tener una fuerte discusión con su pareja, en empresario del mundo de las bebidas gaseosas. En su reemplazo entró a Nubeluz, hágame el hijueputa favor, nada menos que nuestra paisana Xiomi (yo creo que su falta de talento fue la que acabó de hundir el programa).

A continuación, la reseña de su muerte en la Revista Dominical:


Yo quiero Perubólica





A mi pueblo llegó en 1991. Recuerdo que aproximadamente a las 11 de la mañana, cuando los tipos de la compañía de cable terminaron de instalar la fibra óptica, el primer programa que vi fue Thundercats por Frecuencia 2 Satélite, hoy llamada Frecuencia Latina. Eran sólo 3 canales: Global, América y Frecuencia 2,  suficientes para causar sensación entre los muchachos calentanos de la época por las series animadas que apenas llegarían a nuestra televisión local mucho tiempo después, y a las señoras por aquellos programas del medio día donde alguna presentadora ruidosa y chabacana hacía delirar al público con invitados de primer nivel (?).

A mí en especial, publicista a fin de cuentas, me sorprendieron gratamente los comerciales. Muchos años después, cuando la vida me puso una mochila al hombro y me aventó de narices rumbo al sur, me di a la tarea de probar todos los productos que allí vi de niño: Inca Kola, Guaraná Backus, helados y chocolates D´onofrio, cerveza Cusqueña, Cristal, San Juan… ah banquete de recuerdos que me di.

Todos tenemos nuestras historias con la bien amada Perubólica, y el objetivo de este blog será traer a sus lectores un pedazo de los 90´s que muchos recordamos con nostalgia. Maldito aquel día de principios de este siglo en que nuestros hermanos cholos desaparecieron de la parrilla sin dejar rastro y hoy los evocamos con amor en nuestras conversaciones. 

Bienvenidos.